No somos más que nadie, no somos más inteligentes que nadie. Tu soberbia hace que me ría de ti, al mismo tiempo que me ofende. No eres la persona indicada para juzgarme, pero nadie tiene derecho a ello. No creas que por despreciarme, por evadirme o ignorarme, voy a desaparecer, yo soy real, no una imaginación de tu tosco cerebro. Podrías acercarte y hablar conmigo, diciéndome que es lo que te molesta de una persona que no conoces, que tan solo la has visto y has hablado en pocas ocasiones con ella. Si hay algún problema, que conste que es solo tuyo.
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