Era la hora exacta para comer. 14:30, preparada para masticar alimentos cocinados, un bufete estará bien. Caminando por la avenida de la playa, me encuentro con uno muy barato, demasiado barato para mi gusto. 3 minutos y 13 segundo andando, me encuentro con otro bufete este parece caro, pero asequible. Me decido a echar un vistazo y me gusta el olor de la comida, pero bastante grasienta. Creo que pasaré de un bufete e iré al restaurante italiano de siempre.
Nada más verme, mi camarero me prepara la mesa de siempre, con los cubiertos y el vaso de agua, que debe de ser alto y frío, donde siempre le pido. Sabe perfectamente lo que voy a comer, así que no crucé comentario alguno con él. No me gusta hablar cuando tengo ganas de comer.
Me trae mis farfalle a la carbonara, riquísimos, como siempre. Pero hay un error, no queda mousse de chocolate, hoy no podré tomar postre. Alguien se a comido el último, el que siempre me reservan, ya que no me gusta comer de los primeros de la nevera. Pago muy descontenta mi factura. Al irme veo como un chico joven, se está terminando de comer mi mousse. MI MOUSSE. Me quedo observándolo y veo como se levanta, deja la servilleta en la mesa y se va al baño. Con mi rabia lo sigo, entro al baño, lo veo orinar. Voy por detrás, cojo mi correa del bolso y los asfixio. Me da codazos, me estampa contra la pared, pero eso me hace cabrear más. Cuando ya cae cansado y sin aliento al suelo, le propino una patada en su carita de ángel, de ángel ladrón de mousse. En ese momento entran al baño y me sorprenden, con mi pie ensima de su cabeza. Me tiran al suelo, me amarran y yo solo quería mi postre. Al llegar la policía, me preguntaron: ¿Porque lo hiciste?, yo respondí: "Todos tenemos derecho a una comida completa, por su culpa, yo no la tuve".
Nada más verme, mi camarero me prepara la mesa de siempre, con los cubiertos y el vaso de agua, que debe de ser alto y frío, donde siempre le pido. Sabe perfectamente lo que voy a comer, así que no crucé comentario alguno con él. No me gusta hablar cuando tengo ganas de comer.
Me trae mis farfalle a la carbonara, riquísimos, como siempre. Pero hay un error, no queda mousse de chocolate, hoy no podré tomar postre. Alguien se a comido el último, el que siempre me reservan, ya que no me gusta comer de los primeros de la nevera. Pago muy descontenta mi factura. Al irme veo como un chico joven, se está terminando de comer mi mousse. MI MOUSSE. Me quedo observándolo y veo como se levanta, deja la servilleta en la mesa y se va al baño. Con mi rabia lo sigo, entro al baño, lo veo orinar. Voy por detrás, cojo mi correa del bolso y los asfixio. Me da codazos, me estampa contra la pared, pero eso me hace cabrear más. Cuando ya cae cansado y sin aliento al suelo, le propino una patada en su carita de ángel, de ángel ladrón de mousse. En ese momento entran al baño y me sorprenden, con mi pie ensima de su cabeza. Me tiran al suelo, me amarran y yo solo quería mi postre. Al llegar la policía, me preguntaron: ¿Porque lo hiciste?, yo respondí: "Todos tenemos derecho a una comida completa, por su culpa, yo no la tuve".
Puuuf creo que ya no volvere a pedir mas mousse de chocolate por si acaso jeje bss
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