No saber hacer algo que tu enseñas es la prueba de que desde fuera todo es mas facil.

Así, sin más. Un día nos dimos cuenta de que teníamos mucho que compartir, no solo con el mundo, también con nosotros mismos. Me enseñaste a darme cuenta de las cosas que me suceden, me enseñaste a escucharme y a entenderme. Yo te enseñé a ver el lado bueno de cada cosa mala de tu vida, te enseñé a usar los colores cálidos y a cuidar tu sensibilidad con paños calientes.
Nos hicimos íntimas, amigas, hermanas, compinches, jugábamos, descansábamos, comíamos, siempre juntas.
Un día decidiste que esa etapa se tenía que acabar. Que era imposible que me quisiera tanto y dejaste de querer verme. A veces me llamas, me preguntas, quieres saber como estoy. Me dices, me cuentas, te pregunto, quiero saber como estas. Pero un día te nació el miedo de verme, ya que nunca supiste como canalizar y tratar lo que un día sentiste por mi.
Ahora solo soy una extraña, una de tantas personas que has dejado en tu pasado por no saber como tratarla así, sin más.

Comentarios

  1. Un día decidiste que esa etapa se tenía que acabar. Que era imposible que me quisiera tanto y dejaste de querer verme. A veces me llamas, me preguntas, quieres saber como estoy. Me dices, me cuentas, te pregunto, quiero saber como estas. Pero un día te nació el miedo de verme, ya que nunca supiste como canalizar y tratar lo que un día sentiste por mi.
    Ahora solo soy una extraña, una de tantas personas que has dejado en tu pasado por no saber como tratarla así, sin más.

    Maravillosa esa parte!

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