La mujer de los 100 amantes.

Soy una señora, víctima del arte y amante de lo antiguo, malamente llamado con la palabra anglosajona, para quedar bien "vintage". Tengo en el cuerpo 100 tatuajes, que cuentan 100 historias de 100 amantes que he tenido y 100 historias de 100 personas que han pasado por mi vida, algunas con mas pena que gloria, pero otras abriéndome los ojos y dejando entrar claridad a mi mente sombría. He tenido 100 amantes, de distintos sexos, no he podido apostar por ninguno o ninguna de ellos, ya que me los he encontrado en el camino y como la vida es así, nos hace ser libres y felices, pues unos se han ido y otros han intentado quitame de en medio.

Mi andadura por este camino de consolación personal, espiritual y corporal se debe a la falta que me hace una persona, de la cual estoy enamorada desde los tiernos 26 años. 

Llevo 24 años acostándome, compartiendo ideas, conociendo y desvinculandome de personas que creía que se parecían a ella, esa persona que me intoxicó de tal manera que ni siquiera ella sabe. 

Estando con mi amante número 26 me llegó un mensaje, donde me decía te necesito. No creo que haga falta decir que mi amante se armó de odio hacia ella y hacia mi, cuando se dió cuenta de que lo dejé atado a la cama y salí por la puerta para no volver. Creo que aún me está buscando. 

Me llama, me escribe y se enfada conmigo cuando sabe que estoy manteniendo relaciones con alguna nueva persona. 

La última fue así:

- ¿A que hueles?

- A Isabel.

- ¿Me estás diciendo que te acuestas con otra, mientras yo estoy intentando separarme de mi esposo?

- Llevas intentando separarte 23 años querida, tu duermes en la misma casa que él, no duermes conmigo, que mas te da que duerma acompañada.

- La única persona que me toca eres tú y sabes que hago lo que puedo.

- Y te tocaría más amenudo si tu quisieras, pero solo te toco cuando se te aclara la mente y te preguntas ¿Porque no? No me obligues a no comer por tener hambre de ti, dame lo que necesito, que eres tú y serás la única.

- Esto se acaba aquí, no puedo creer que seas tan puta.

- Esto se acaba cuando reconozcas que te hago falta y cuando yo me de por vencida y sepa que te he perdido, pero mientras te pongas en contacto conmigo para yo consolarte, te voy a tener y tu me vas a tener a mi, llámalo como quieras.

Hace 8 meses y 10 días falleció su marido. Soy cínica, no lo voy a negar, fui al velatorio y a su entierro. Estuve con ella muy distante. La noté algo aliviada, no se acercó a mi, y yo mantuve en todo momento la distancia. Pensaba que se iba a poner en contacto conmigo enseguida, pero no, ha tardado 8 meses y 10 días en mandarme un mensaje, diciendo:"en 20 min estoy en tu casa".

No he sabido nada de ella desde el entierro de su marido, no he parado de pensar en ella mientras mi amante 99 y el 100 me alegraban los días o lo intentaban. 

¿Como la espero? Modo casual, como si me hubiera pillado infraganti en casa o la espero en el sofá haciéndome la dormida, con la manta y sin ropa. Ideas tengo, pero ¿que querrá contarme?

Acaba de llegar, sube a casa y al verme sonríe, con una sonrisa que jamás habia visto en esa cara tan bonita. Viene hacia mi, me da dos besos, fríos distantes que me hacen caer en los huecos mas oscuros y profundos de la sucia y asquerosa mente que las personas sensibles tenemos, ella lo nota y se le borra la sonrisa:

- Ya no tengo marido, 24 años esperando a divorciarme y el alcohol, el tabaco y la mala comida me han hecho un gran favor.

-¿Pero?

- No hay ningún pero, pero tienes que entender que no se como afrontar nuestra relación ahora.

- Llevo 24 años esperándote, rompiendo las relaciones que podría haber tenido con 100 personas, todas ellas abandonadas a la misma vez que tu me llamabas o necesitabas algo de mi ¿y tu me dices que no sabes como afrontar nuestra relación? 

A medida que le iba diciendo lo que había sacrificado por ella, me fui encendiendo y algo nació en mi. En cuestión de segundos y muy fríamente, decidí atacar por el lado donde más frágil es ella y el que nunca había atacado. Hacer sumisa a una persona y apresarla de tal manera que asuma cada cosa que le digas, aunque ella sepa que no es cierta, que sea capaz de hacer cualquier cosa (cualquier cosa) que le exijas y disfrute haciéndolo. Esa noche la metí en mi cama, la hice retorcer de dolor, angustia, placer y amor. De ese amor que nunca me dió, ese amor que siempre quise darle y de ese amor que desde esa noche venera y nunca tendrá, pues ella ha pasado a ser mi amante 101. Tatuada en mi espalda, con colores rojos, naranjas, amarillos, negros y violetas.

No quiero saber nada de amantes, no quiero saber nada de amor, no quiero saber nada de nadie, 101 es mi amante preferido, por ella tengo el tatuaje más grande y cada vez que la amarro me pide a gritos perdón, para eso no hay mejor manera que callar a alguien que tapando su boca con algo que a ambas les de dolor, angustia, placer y lujuria. Si no sabes lo que quieres no juegues con la voluntad del que te ama y si sabes que la persona que amas no sabe lo que quiere, no esperes que cumpla tus expectativas, las pasará una y otra vez, dejándote perdido/a a lo largo del tiempo o de 100 personas con nombres y apellidos resumidos en amantes.