¿Podrás vivir con tu conciencia, si no haces lo que deseas hacer?

Cuando la veía temblaba y al recordarla se imaginaba que se amaban. 

Cada cosa le recordaba su existencia y le hacía soñar con el tacto de sus manos.

De ella solo sabia su nombre, su profesión y el barrio donde vivía. Solo con verla se sintió feliz, de saber que ese tipo de gente existe, le da esperanzas a la vez que le entristece saber que ella no se va a sentir atraída por él o eso piensa.

Cada mañana la ve y la saluda,se sonríen y se dan los buenos días, pero no es capaz de hablar algo más con ella, no sabe como enfrentar el miedo al desnudarse ante la persona que le llena su vida de fantasía, teme tartamudear, teme no ser un hombre, teme no caerle bien, teme su rechazo.

Una noche antes de irse a dormir, se toma un vaso de agua, se atragantó y al notar el no poder respirar se dio golpes muy fuertes en el pecho, cayendo al suelo extenuado por el ahogamiento y por los golpes. Quedó tendido en el suelo sin poder moverse, sin poder levantarse para ir a la cama, entonces durmió y soñó:

"Soy un atleta, soy el que más rápido corro. Soy el que mejor proyección de futuro tiene, pero me da miedo saltar los obstáculos. Quiero ser el campeón, el que se lleve el trofeo, pero para eso, seguir corriendo en pistas lisas o sin obstáculos, me sirve de poco. Mi siguiente prueba es el salto de altura, no quiero saltar, porque si salto y tiro el nivel no seré quien quiero ser, pero si lo salto y lo sobrepaso seré campeón, y para ello tengo que hacerlo.

No puedo dejar de hacer ciertas cosas por miedo a no hacerlo bien o a hacer un ridículo que sólo lo tengo yo. 

(corrió, corrió, corrió, saltó y se despertó)"

De camino a encontrarse con ella, sentía como su miedo, su pavor de enfrentarse a ella se había esfumado, ni siquiera pensaba en ello, solo pensaba en una carrera, un obstáculo y en su salto. Cuando llegó a la estación se la encuentra, se miran se sonríen, los dos se sonrojan y él con mucha educación, dulzura y seguridad le invita a un helado, mientras siguen hablando, se dan cuenta de todas las cosas que tienen en común y desde entonces han sido inseparables.

Hasta ayer. Ayer firmaron el divorcio, lo hicieron con el mismo respeto, la misma dulzura, seguridad y dolor que todo eso conlleva, pero al haber respeto, también se hizo notar el amor, el cual fluyó, fluye y seguirá fluyendo entre los dos.