He sido un error: no quiere decir que siga errando.

Llevo toda mi vida luchando contra el sentimiento de ser un error.

Nací sin que nadie me esperara, me han querido sin querer, me han esperado sin saberlo, me han señalado, juzgado,odiado y amado sin interesarse por saber quien soy.

Me enseñaron a callar, me enseñaron a agachar la cabeza, me enseñaron a tragar y hoy no,hoy no debo, no puedo y no me da la gana. No soy altiva solo por ser y estar segura de mi misma, créanme me he trabajado esa seguridad (asquerosa) que muchos de ustedes desprecian, no tengo miedo a arriesgarme ya lo hice anteriormente y me di cuenta que no tengo nada que perder.

He aprendido que si quiero lo hago y si no, no lo hago. Ayer, hoy y siempre seré dueña de mis acciones, de mis palabras e incluso de mis aciertos y errores. No huyo, soy responsable: "Si la cagada la cometo yo, yo la limpio", no le digo a nadie eso de "¿ves o que hiciste por hacer eso que te pedí, te exigí e hiciste conmigo?"

No me gusta la gente victimista, aunque se que cada cuál tiene su trabe emocional y para muchos es mejor pasar por pobrecitos, sin ninguna responsabilidad, que afrontar los errores o aciertos de sus acciones, siendo adulto para comprender que todo acto tiene sus consecuencias beneficiosas y menos beneficiosas.

No soy quien se aleje de ti mientras te señale con el dedo, más bien soy la que se acerca a ti y a tu lado ayudo a apartar esos dedos. Con el amor igual, aunque sin amor no habría vida, o al menos no existiría la mía.

Da rabia, mucha rabia, saber que has encontrado una persona maravillosa, fantástica, tan solo porque es buena y curiosa, lo demás viene solo. Como todo el mundo (yo también) tiene defectos y su mayor defecto es la cobardía, no ser capaz de decir que no. Parece mentira pero hace mucho daño.

Cualquier cosa es estupendo e incluso cuando está en un mar de dudas, todo es fantástico. No transmite su visión del mar de dudas,pero transmite un mar de dudas que  cada cabeza pinta a su antojo, haciendo creer que somos los demás los causantes de su malestar. Cuando al fin quiere decir algo, las palabras son oro enterrado en minas inexploradas y hay que sacarlas con pequeñas descargas de TNT. Sus palabras dan luz, muy tenue, pero hay luz. 

Cosa que me esperaba de una persona que ilusiona y desilusiona con el mismo ritmo, velocidad y constancia, pero no tiene la valentía suficiente para callarse ciertas cosas o decirlas cuando debe de hacerlo y además no admite su parte de ensayo/error, ya que parece inconsciente de que todo esto lo ha producido ella, tanto el principio como el final.

He sido un error en su historia, hemos probado y el experimento le ha salido mal, pero no voy a ser victimista. He disfrutado de ella, de su ser, se su voz, sus manos, su boca, su sonrisa, su elocuencia, su miedo y placer, e incluso disfrutaba de creer que me quería, de escucharla, leerla tocarla, olerla.

Desde el principio al fin, siempre dentro de mi.