Una Dosis (Cap. III)

En la policía siempre hay algún capullo que quiere ganar dinero a costa de las personas que queremos hacer nuestro trabajo bien. Reciben dinero de los periodistas o algún mandado de algún pez gordo para dar soplos y así es como puede salir a la luz todo aquello que está bajo secreto de sumario. 
¿Les parece bonito? A mí, desde luego, no. Exponen a compañeros que dan su vida por la seguridad ciudadana, que aunque no quieran exponen a sus familias, personas que se preocupan de verdad por la seguridad ciudadana y éstos topos, chivatos, traidores, impostores, desleales, cómo quieran llamarlos, se vendan por unos cuantos billetes de 50€. Sé que en nuestra oficina hay uno y me revienta el tener que perder tiempo de nuestra investigación para tener que sanar nuestro entorno. Mi jefe será el primero en ser investigado, nunca me he fiado de él, no tiene buenas prácticas y prefiere el alcohol, el dinero, el tabaco y las mujeres, aunque fueran esclavas sexuales como regalo, al buen funcionamiento de la policía en la ciudad y sus barrios. Yo dejo escapar a los pequeños, el que roben un bolso o un coche no es mi trabajo pero si puedo negociar con ellos para que dejen de robar tan habitualmente y me den nombres, situaciones, edificios, empresas, empresarios y sus lacayos. 

No le he dicho a nadie que estoy investigando a Francisco y Fernando Bethencourt, ni siquiera he abierto instancia, ni parte alguno sobre ello, tan solo he ido a preguntar a los antiguos compañeros de la policía del departamento de protección de testigos sobre los casos puntuales que han habido de asesinato de los testigos, que aunque numerosos, son puntuales. Hubo un veterano que me preguntó si lo estaba investigando y me dijo que tuviera cuidado a quien le preguntaba, otro directamente me dijo que no me interesaba nada de eso. Normal, no fui ni con una orden, ni con una instancia o parte, me presenté en sus casas haciéndome pasar por una novata de academia que oposita para ese departamento. Muchos pensaron que estaba metiendo las narices donde nadie me llama, otros estaban asustados. Habían dos veteranos que estaban notablemente enfurecidos con el sistema y fueron realmente honestos a la hora de hablarme del político y su hermano. 

                      Lunes por la tarde, mis compañeros no han regresado de la casa de las víctimas, son más de las 17:30 y yo me quiero ir a mi casa y darme una ducha. Por fin se oye el teléfono, mi compañero Mike me dice que han encontrado un disco duro donde 2 cámaras de vigilancia grabaron la puerta de entrada y salida de la entrada a la casa y garaje de la víctima 1. Me cuentan que la tienen que llevar al laboratorio porque resulta que alguien lo ha protegido con un virus. Hoy no es mi día, definitivamente, no hay nada que seguir, nada que investigar aún ¿Enserio que es otro día perdido? ¿Y esos cerdos ahí afuera preparándose para el siguiente asesinato y nosotros sin sacar nada de nada? 

Cuando ya iban a ser las 17:50 mi jefe me llama y me dice que tengo que conseguir a un asesino antes de 3 días como mucho, si no me relevarán del caso y muy probablemente me rebajarían el puesto y claro está que me humillarían públicamente. 

No es día ni hora para pensar en lo que puede hacer un alcohólico y su amigo el alcalde. Tengo que centrarme en el caso. Llamé a Mike y a Jorge, los cité allí mismo, que trajeran lo que consiguieron ese mismo día porque íbamos a empezar a investigar con lo poco que tuviéramos. No podrían ser tan perfectos en algún momento tuvieron que cometer algún error. No puede ser que en mi vida, en mi historia, la única persona que cometa errores sea la buena, el equipo de investigación de la policía, nosotros. ¡Me niego!

- ¿Que tienen esos discos duros Mike?

- Pues tienen la grabación de la entrada a la casa de la víctima 1 y de su garaje. Desde el jueves de la semana pasada hasta ayer mismo.

- ¡¿No la has visto aún?! -  El compañero cabizbajo y con cara de agotado, mueve su cabeza de izquierda a derecha - ¿Se han encontrado huellas en la casa de la víctima 1? 

- Las huellas que se han encontrado son de un chico de 22 años que ayuda en las tareas de mantenimiento. La mujer de la víctima ha declarado que también era su amante.

- ¿Lo has interrogado?- Me tenían nerviosa, todo el día y no hacen casi nada, también es verdad que no tenemos los mejores equipos, no somos CSI Miami, pero tenemos que aprender a gestionar perfectamente el tiempo. 

- No he podido, me acaban de decir los resultados de las huellas ahora.

- ¡Bien! ¿Tú que me dices? -  Miro fijamente a Jorge a los ojos

- Pues realmente yo no tengo nada. No hay cámara intacta en las afueras de la oficina y nadie vio nada. 

- Hay que seguir preguntando. Alguien, siempre, ve algo. - ¿Qué coño tenemos entre manos? ¿Asesinos fantasmas, sin rastro? - ¡Mike! ¡Jorge! váyanse a casa, yo me quedo analizando las pruebas. Mañana aquí a las 7:00. 

Los chicos agradecen, pero se van disgustados. Son buenos compañeros, pero han aprendido demasiado del zampabollos que nos han colocado como jefe. Han aprendido a extorsionar para sonsacar pistas que a trabajarlas para identificarlas y tener pruebas. Ellos han aprendido que es más fácil tener como pista la alegación de un yonki recién duchado y vestido que las pista que el propio caso te muestra.

Me quedé allí viendo ese video, le di al play para que se reprodujera sobre las 6 de la mañana: Vi como un coche aparecía de culo por el lado derecho de la pantalla, no le podía ver la matricula, ni el color al coche. Por si no lo saben, la mayoría de cámaras de seguridad en nuestro país graba en blanco y negro, así no se gasta mucha memoria en los discos duros. Veo cómo sale un sospechoso del coche se apoya en él y mira el reloj. De la puerta de la vivienda se ve aparecer la víctima número 1 aún en pijama, creo que lleva una bata o albornoz. Le entrega algo al sospechoso en una especie de carpeta de un color muy  oscuro. Algo pasa porque se están peleando. La victima parece no haber cumplido su trato y el sospechoso se cansa y saca lo que parece ser una pistola. La victima intenta correr hacia la vivienda pero tropieza y cae. El sospechoso lo golpea en el vientre y lo obliga a entrar en el maletero del coche. El sospechoso mira a la cámara y es ahí cuando el sospechoso le pega un tiro al aparato.

¡Vaya! un hombre no menor de 35, ni mayor de 45. Con coche de gama alta, no tengo ni idea de coches, así que en el informe solo pondré gama alta. La matrícula no se ve por ningún lado pero tenemos la cara del hombre que lo raptó. Nunca pensé que 32 minutos de vídeo fueran tan fructíferos. Solo tengo que aclarar un poco la imagen, mandar a imprimir y pasarlo a los policías de la isla. Seguro que durante la noche o mañana durante la mañana sale. Mañana verán mis compañeros el culo del coche, seguro que saben el modelo y la marca.
Después de rellenar el informe y dejar todo bien ordenado, clasificado y emitido me voy a mi casa con mi mujer.

-¡Hola amor! Estoy en el coche de camino a casa ¿Compro algo? – El dispositivo de manos libres de mi coche es fabuloso, siempre intento dar ejemplo.

-¡Hola mi vida! Trae comida china del Taiwán y me compras un pan chino de postre.

- ¿En serio que quieres un pan chino de postre? Venga va, con el calor que hace pensaba llevarte helado con fruta y chocolate.

-¡También! ¡Tráelo si quieres! - ¡Será glotona!- Pero arroz, pollo al curry, rollito imperial y pan chino que no falte.

- Siempre pedimos lo mismo glotona. Enseguida llego ¿vale?

- Hasta ahora preciosa ¡Muákala!

- ¡Muákala! – Siempre me hacía reír. No hace más que quererme y hacerme reír. Me conoce tanto que sabe cómo voy a reaccionar antes de que yo lo sepa. Le amo, es la mujer de mi vida. La amiga, la hermana y la amante. Cuándo la conocí no llegué a imaginar que esto podría pasar.







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