Una Dosis (Cap. IV)

Mi mujer me recarga siempre las pilas. Mi mente vuelve al buen funcionamiento después de hablar con ella. Eran las 4 de la madrugada y no podía seguir durmiendo, no dejaba de dar vueltas al caso. No paraba de ver la cara del secuestrador de la víctima Nº1 y algo me dice que es el mismo que el de la víctima Nº2. No sabía si era ensoñación o mi mente intentando hacer memoria, pero algo me decía que ese personaje era conocido. Me levanté de la cama y me metí en la ducha, tenía la mente inundada del caso, sumergida entre archivos y vídeos. Me pasé un buen rato bajo la lluvia artificial y caliente que me proporcionaba mi ducha y vi a mi mujer como entraba y cerraba el grifo.

- En casa está prohibido pensar en trabajo. - Veía mi mirada perdida y como yo era una especie de maniquí, me movía ella. Mi mente estaba en otro lado de la ciudad-. ¡Está bien! ¿Qué ocurre? ¿Tan peliagudo es?

- No sólo es peliagudo, también es peligroso y de lo malo, lo mejor que me puede pasar, es que  me releven del caso o rebajarme a inspectora. - La miré con confusión en la mirada, creo que ella pudo ver miedo y eso que aún no ha pasado nada.

- ¿Temes por nosotras? o ¿Por tu familia? - Se sentó a  mi lado con su brazo sobre mis hombros. Compañera, amiga, hermana mucho antes que amante.

- Por ahora no, el caso aún está en pañales. Temo que mañana saquemos algo que nos pueda hacer recular en muchos aspectos por política, pero siempre hay una cabeza de turco y esa seré yo, así que no me queda más remedio que sacar la basura de esa comisaría.

- ¿Vas a pedir a la policía que me proteja?

-¿Estás loca?  Mejor te vas a Nueva Orleans un mes, estarás más segura.- La ironía me hacía temer aún más por ella, por mis hermanos y mis sobrinos. No puedo dejar que nadie ni nada se me escape. No sabe nada, nunca le cuento nada, quiero que esté al margen. Quiero que siga siendo inocente.

- Vale, vístete, vete a tu oficina y en cuanto descubras lo que tanto miedo te da avísame y me voy del país, no te voy a decir a donde, tan sólo llámame y dime "Te quiero", ya sabré que hacer ¿Vale?

Podía ver el nerviosismo en su cara y no era por ella, era por mi.- Sí amor, será mejor así. Te contactaré luego por correo electrónico. Tienes que entrar en el correo yadesandu@gmail.com y la contraseña es nuestra fecha de bodas con el mes en letras. ¿Te acordarás?

- yadesandu@gmail 26febrero2010, como para olvidarme. - Con su sonrisa me tranquiliza o espera tranquilizarme.

Le beso y me voy a vestir rápidamente, ella se queda en el baño sentada, pensativa. La observo mientras me visto y no mueve ni un músculo, quizás le dé miedo o piense en que casarse con una inspectora que ahora es detective, y quiera ascender a capitán, no le compense. Al terminar de vestirme me acerco a ella por la espalda  y le beso en la nuca, no se mueve y está fría, le muevo la cabeza y está dormida. - ¡oye! vete a la cama muchacha, te has quedado dormida ¿Te acuerdas de algo de  lo que hablamos? - La levanté y la acompañé a la cama.

- Acuérdate de mandarme los correos, quiero saber que estás bien. Yadira te quiero a ti, no quiero buscarme a otra. - Se agarró a mi cuello y me beso, me dio el beso más sentido de mi vida, casi me hace llorar pero hay alguien matando y no quiero que seamos las siguientes. Con la poca dulzura que me quedaba le quite sus brazos de mis hombros, besé su manos, besé su frente y su boca.

Me fui de allí  rápido, volviendo a entrar en el caso. Eran las 5:45 de la madrugada y ya estaba entrando en la comisaría. Lo primero que hice fue buscar en los archivos al chico de 22 años que trabaja en la casa de la víctima Nº1, quería saber si tenía antecedentes. No tenía nada, estaba limpio pero el fichero electrónico existe aunque esté vacío. Buscamos los antecedentes de la madre del muchacho y resulta que fue una de las asesinadas bajo la protección vigilada de los policías. Tenemos que hablar con él. Apunto en mi acta:
Encargado de mantenimiento en la casa de la Vic.Nº1 sospechoso al ser hijo de una asesinada bajo la protección vigilada, ya que nos sorprende la conexión entre los casos por este motivo.
Teniendo esta corazonada, que aún no es prueba, me decido a comparar fotos entre la imagen del secuestrador y la del archivo. La del archivo se muestra a un chico sonriente, de un chico joven, post-adolescente y sano. El hombre del vídeo era una especie de mezcla entre muchacho de gimnasio y farlopero de mañana. Tenía mucho músculo y muchos tatuajes, tenía la cara afeitada y cabeza cubierta pero se parecían. No estaba segura de que fuera el mismo hombre pero sabía que parentesco tenían entre ellos.

La madre de ese chico estuvo en protección vigilada porque denunció una agresión sexual por parte de Fernando Bethencourt, el hermano del ex alcalde, y parece ser que su prueba era su hijo, irrefutable además ¿O sus hijos? Aún no puedo hacer nada, es muy temprano y hay muchas cosas que estudiar.

Son las 6:45 ya ha llegado Mike y con él el periódico calentito, recién salido de la imprenta. ¿Qué sale en portada del periódico? Que el señor Fernando Bethencourt  se asocia con José Suárez, dueño del equipo de fútbol de la comarca, para hacer el nuevo estadio en la isla. Son dos amigos, dos personas que le atraen tanto el dinero que no respetan a las personas. José Suárez cuando entró en la presidencia del club, se dice, que saneó todas las cuentas pero no fue así. Antes de que le cedieran el club a él, hubo un juez que se encargó de esa empresa y la saneó, cuando ya estaba saneada Don José pujó por ella y se la quedó, cambiando las leyes internas del club para que quien quiera tener el manejo total del club fuera no sólo multimillonario, sino que además, sea un gran empresario. Se hizo con 3 tipos de empresas diferentes de una manera indecente, inmoral y siempre con secretos aunque legal. La familia de los empresarios, a los que les arrebató sus empresas, lo denunció, pero no pudieron hacer nada contra él. Se habló en su día de que tenía en su mano vídeos de políticos y personas influyentes dónde no se veían comportamientos adecuados y con esos vídeos, grabados de cámaras de seguridad, hacía chantaje para conseguir contratos multimillonarios mientras paga una miseria a los trabajadores o ni les paga.


El que busca nunca debe de olvidar lo que está buscando.


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