Mi pequeña estrella

Subo por una escalera negra con paredes blancas. 
Subo detrás de ti. 
Pisas firme cada escalón deseando poder estar a tu lado pero no te das cuenta de que, por ahora, las paredes blancas que enmarcan la escalera no me dejan estar a tu lado.

Fuerte, atrayente y sensual a partes iguales. Lista, ingenua y exigente en partes tan perfectamente elaboradas que aún cree en lo bueno y bonito. 
Aún cree en aquello que está bien hecho y lo que más ingenua le hace es pensar que todos debemos creer y hacer lo que ella a menudo cree y hace.Mientras subimos esa escalera, no sabemos dónde vamos.  Nadie lo sabe pero es el único camino que nos permite estar unidas, juntas. 

Da igual a donde ir pero con ella. Da igual cómo llegar pero con ella.



Quiere enseñarme, quiere aconsejarme, pretende que yo haga lo que ella me dice pero no sabe que es lo que ya sé,  realmente no me quiere aconsejar y empieza a darse cuenta de que yo hago lo que mi mente me dicta; sobretodo cuando estoy perdida en un paraje, situación y vida totalmente nueva y ni siquiera sé o puedo responder.
Perdida en aprender una vida en un sitio y situación desconocidos para mí menguan mi capacidad de respuesta.

"Sé que quiero pero aún no sé cómo, ni cuando. Tú lo quieres ya  y te entiendo pero hay ciertas cosas que aún no he procesado, aún no he comparado y aunque no tenga con qué compararlo sigo estando paralizada."


Nos amamos y a la vez nos damos cuenta de que no es lo único que debe de unir a una pareja; nos debemos mucho más pero al menos nuestra argamasa está lista y es de buena calidad.
Nos amamos tanto que perdemos el sentido del tiempo, tanto tiempo disfrutamos sin darnos cuenta que tememos el absorbernos al acercarnos.



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